La violencia sexual hacia la mujer
La violencia sexual hacia la mujer impacta de diversas formas su salud mental, generando ansiedades, miedos y traumas que son redirigidos al cuerpo, desembocando en manifestaciones somáticas y alteraciones emocionales.
En lo referente a las alteraciones emocionales se pueden presentar:
- Ansiedad
- Angustia
- Baja autoestima
- Culpa
- Enojo
- Inseguridad
- Irritabilidad
- Miedo
- Tristeza (que puede degenerar en depresión)
En lo referente a los somático se puede presentar:
- Insomnio, hipersomnia, pesadillas
- Alteraciones de la alimentación
- Problemas de atención y concentración
- Pensamientos periódicos sobre la situación traumática.
- Hipervigilancia
- Apatía por actividades importantes
- Aislamiento
- Fobias
- Hipoactividad o hiperactividad
Sin embargo, por medio de la psicoterapia se puede tener la posibilidad de curar el trauma y sus manifestaciones, o por lo menos disminuir significativamente el impacto negativo en la calidad de vida de la mujer abusada.
Es importante señalar que, cuando la mujer se enfrenta a una situación de peligro inminente debido a un intento de violación, y siente que su vida corre peligro, surge una parálisis automática del cuerpo como una forma de proteger su vida, esta situación, que esta fuera de su control, le puede generar culpa, pero la realidad es que en muchos actos de violación resulta ser el único camino viable para salvar la vida, debe quedar claro que este mecanismo de parálisis corporal es totalmente inconsciente.
El tratamiento psicoterapéutico se apoya en la movilización del trauma emocional, dándole salida al malestar al expresar las emociones y simbolizarlas mediante la ira, el llanto o cualquier otra forma de liberar energía atrapada. También es importante tener en cuenta que la mujer debe contar con una red de apoyo de familiares o amigos, que le brinden soporte fuera de las sesiones de terapia.
La violencia sexual hacia la mujer