Caminando la felicidad.
Caminando la felicidad.
Comprendo que todos los seres humanos estamos sujetos a algo: los padres, trabajo, escuela, esposos, hijos, conflictos propios, etcétera ¿existirá el hombre o mujer realmente libre? no lo creo, porque al vivir en sociedad aceptamos implícitamente que nos necesitamos mutuamente, además siempre requeriremos del otro para satisfacer todas y cada una de nuestras necesidades: sexo, vestido, agua, comida, amor, atención, educación, etc.
Lo que sí me atrevo asegurar es que se puede gozar de una libertad “acotada” que nos haga sentir contentos, la libertad absoluta es un deseo muy seductor, pero imposible de alcanzar.
Entonces, ¿qué hacer para alcanzar la libertad “acotada”? libérate de tus ataduras internas, de compromisos adquiridos por ti y aprovechados por otros sin obtención de beneficio propio, de culpas a expiar, de comportamientos sembrados por otros y qué crees que son tuyos, ¿es posible lograrlo? claro que sí, busca un psicoterapeuta psicoanalítico o un psicoanalista, comprométete con tu liberación personal en terapia, paga tus culpas en dinero y no con tiempo y vida desgraciada, vence la necesidad patológica de seguir haciendo lo que toda una vida has hecho igual, la clave está en introducir uno o varios elementos diferentes a tu vida, de lo contrario seguirás obteniendo eternamente los mismos resultados que te conducen a tu infelicidad, ¿a qué me refiero con elementos diferentes? si llevas toda una vida trabajando en lo mismo y eres desgraciado o desgraciada intenta algo nuevo o compleméntalo con algún trabajo que te haga sentir útil y feliz, si llevas toda una vida ejecutando una misma rutina cámbiala, ¿eres sedentario o sedentaria? movilízate y camina, ¿te la vives en Facebook o en los videojuegos? métete a un club de senderismo o construye algo, ¿pasas mucho tiempo frente al televisor? decídete por leer libros que te atraigan o que te aporten algún tipo de conocimiento personal, tú decides qué quieres intentar, pero por salud no continúes en tu mismo camino de infelicidad.
Parte del secreto está en la autoreflexión o en la reflexión guiada por un psicoterapeuta psicoanalítico, así podrás descubrir a qué le huyes o qué es lo que estás pagando, pero te advierto, el camino no es fácil ni breve, pero la recompensa es maravillosa.
Caminando la felicidad ¿o volando?
