Idealización de la pareja

Idealización de la pareja. En esta ocasión les quiero compartir un escrito que a mí me pareció de una gran profundidad, que refleja la realidad de un elevado porcentaje de parejas, tal vez suene un tanto severo, pero simplemente se habla con claridad y sin tapujos, pienso que lo expuesto en él debería de formar un conjunto de principios rectores en toda relación de pareja.

A TI… QUE ME IDEALIZAS

Por Dr. Sergio Rodríguez Bonilla

Idealización de la pareja

A ti, que has puesto tu mirada en mí; que has generado un interés, un deseo sexual, un sentido de pertenencia y de protección. A ti, que me idealizas. Quiero que tengas bien en claro que yo no soy ninguno de tus padres, yo no estoy para brindarte la protección que te faltó, ni vengo a “complementarte”, yo no complemento ni relleno vacíos que quedaron desde la infancia, así que no me vengas a decir que soy tu otra mitad; yo no soy una mitad de nada ni de nadie, no soy una persona a medias, soy un ser completo y exijo lo mismo. Yo no vengo a pagar los platos rotos de lo que te pasó antes, así que no vengas a celarme, ni pidas que cumpla tus expectativas; no estoy para darte gusto, simplemente, estoy. No voy a cambiar absolutamente nada de mí, yo soy tal cual soy y cambiaré según las circunstancias me lo pidan, no cambiaré según me lo exijas tú. Yo tengo cambios y cada cambio tiene su tiempo, así que respétalo, así como lo hago yo. A ti, que me idealizas; yo no vengo a salvarte de ninguna soledad, ni a estar contigo para que te sientas fuerte. Yo no soy tu felicidad, no me des esa responsabilidad que te compete por completo a ti, hazte responsable de tu felicidad y simplemente compártela, y te aseguro que haré lo mismo. Me hago responsable de mí, de mis sentimientos, y por eso te confirmo que tú no eres mi felicidad, nací sin ti, y puedo vivir sin ti, así que tú también lo puedes hacer, entonces, evita que rechace la responsabilidad de hacerte feliz. Yo soy feliz porque estoy contigo, porque quiero estar y porque disfruto tu felicidad, así que no me des responsabilidades que no son mías. Si me idealizas, te darás cuenta en algún momento de que no soy todo lo que te has imaginado que soy, y cuando te des cuenta, intentarás castigarme, señalarme, juzgarme, criticarme y hasta lastimarme, entonces no, no me idealices, no pongas ideas y personalidades sobre mí, mejor, conóceme, investiga quién soy, pregúntame. Te aseguro que no diré características que no tengo para intentar impresionarte, simplemente sabrás lo que soy, pero no te bases solo a mis palabras, puedes analizarme desde mi comportamiento y si este no te gusta, puedes irte sin haberme puesto ni una sola idealización encima. Conóceme, primero analiza lo que me gusta, mis actos, mis pasiones, mis costumbres, mis tradiciones, mi forma de ver la vida, y si te gusta, quédate, sino, márchate libremente. Jamás rogaré por atención, así que no vengas con chantajes de que “no me importas”, así que ten en cuenta que si estoy, estoy por interés totalmente mío, y no porque alguien me obliga a estar. Todo tipo de chantaje, será usado en tu contra, para encontrar mi camino a estar libremente, así como lo he estado antes de ti. Antes de idealizarme, CONÓCEME, y no te quedes solo con el cascarón, mi belleza física se caerá, y de hecho, es irrelevante para lo esencial, así que no mires solamente mi anatomía, eso es lo de menos. A ti, que tuviste en algún momento la intención de que yo fuera como tú quisieras, ten en cuenta que puedo irme también, pero si me quedo, me quedo por voluntad, y eso tiene más fuerza. No me obligues a quedarme, eso es fácil, cualquiera lo puede hacer, mejor, motívame a quedarme, ten en cuenta que si me quedo, me quedo porque me gusta la persona que eres, y si me voy, tengo todo el derecho de retirarme, tengo mi derecho a no estar contigo, un derecho a estar con quien yo quiera, y tanto tú, como yo, debemos respetar esa voluntad. A ti, que me idealizas, no lo hagas, no me digas que me creíste diferente, porque me habré dado cuenta que no me querías a mí, sino lo que te imaginabas que era de mí. Es el derecho más grande, el libre albedrío, de ser y de estar, de ir y venir, y sobre todo, de elegir con quien ser y con quien estar. Yo no vengo a complementarte, complementar es rellenar, y solo se rellena lo que se cree que está vacío, sino te sientes con la preparación adecuada de una persona que no está vacía, entonces, mejor piensa muy bien que es lo que quieres, y busca a alguien que tenga el autoestima igual de devaluada que tú, porque ni tú, ni yo, tenemos el derecho de hacer sufrir a otra persona nada más porque nos hicieron daño a nosotros; el que me hayan odiado a mí, no me quita el derecho de poder amar a los demás.